Y me concedieron la palabra.
Ya se ha dicho y escrito mucho y bueno sobre el poder de las palabras. Las toerías diáfanas o certeras lo describen , lo despluman , nos asombramos , lo comprendemos. ¿Lo comprendemos?
Porque a veces, no se nos desprenden tan facilmente las palabras que nos toman sin escudos. Y lo que la razón argumenta y entiende, el epoder de las palabras, con sus bellos matices , socava y acecha. Palabras como hormigas que se atraviesan por la habitación , autónomas y beligerantes nos apresan por las noches .
Así, remití a mis escasos recursos para investigarme y saber hasta dónde algunas palabras dichas quedan picando , royendo , más allá de las explicaciones. Luego concluí que estamos hechos de carne y palabras, desde la cuna, desde el instante de la fecundación. Nos alimentamos de esa leche también.
Y crecemos, y no somos iguales proque nos moldean con palabras: "vos tenés pochola" no es lo mismo que "esa es tu vagina" ; algunos oímos "el pueblo" otros escucharon hablar de "los negros de mierda". Después supimos , que franelear no es lo mismo que acariciar, ni entregarse es igual que debutar. Ni mucho menos cojer que hacer el amor.
Desciframos las maquinarias inescrupulosas para convertir un titular en un pasquín: la despersonalización, la ironía mal usada, la generalización cuando conviene. La palabra es poder.
Para Freyre, posibilita la toma de conciencia de nuestras experiencias , así el dolor se puede convertir, de mera expresión, a la exigencia por un cambio, a saber necesaria la lucha. Para Marx regula las relaciones sociales, para Bajtín dicen otra cosa que las dichas, hay un discuros latente y escondido dentro de las palabras, para Artaud , ninguna palabra es neutra. Para mi tampoco.
Con el lenguaje nos es dado, por supuesto, la posibilidad de plantearnos como sujetos, que dicen, que escuchan , que eligen. Por algo escuché a Soda Stereo pero elegí a Silvio, no es lo mismo "Despierto de una erotica caricia y sin amanecer me estoy quemando " que la urbanidad nocturna y de vidriera de " Desperte desperte con los pies helados". Allí me pusieron las palabras del lado de alguna vereda algo rota , desvencijada.
Recordé también las palabras del amor, las del desamor, ninguna de esas se borran jamás. Las de los gentiles principios, la de los amargos finales. Palabras con más luces que sombras ,bellas, que iluminan un camino pero oscurecen otros.
Hay palabras fuertes, como resistió, profundo, turgente, sol, parto ,victoria, muerte, adios, vida. Ahora que pienso, debería incluir alguna más , como ecos: las palabras no mueren , nos acechan de noche, con sus ecos , como una hilera de homigas poderosas que se trepan a la cama sin darnos cuenta y sin dar cuenta de las razones.
3 comentarios:
No recuerdo de quién es esa frase.
Salute.
Gracias.
UYY QUE MIEDO, NO VAYA A SER QUE LOS DIOSES ME CONCEDAN LO QUE DESEO, PUES ADELANTE QUE ESPERAN? HAHAHA
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