A pocas horas de la definición del caso cura Grassi
Por Mg. Enrique Stola (ex terapeuta de Ezequiel y Gabriel. Testigo en el juicio)
Quiero compartir con ustedes algunos comentarios y vivencias en relación al caso cura Grassi.
Lo hago como experto profesional que dedicó 8 años de su vida a este largo proceso judicial y como ciudadano, que sabe que tenemos derecho a preguntarnos y calificar la conducta de los funcionarios públicos, en este caso integrantes del Poder Judicial.
Estamos a pocas horas de que el Tribunal de Casación Penal, Sala 2da, de la Provincia de Buenos Aires, de su fallo sobre el cura Grassi. El mismo confirmará que es un delincuente sexual o lo absolverá.
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Sabemos que en la estructura del Poder Judicial hay profesionales de gran formación académica y claro posicionamiento ético.
Pero no está allí el problema.
Éste aparece cuando tenemos que lidiar con funcionarios y funcionarias mediocres, sin formación en la temática de delitos sexuales y con conductas claramente machistas y cómplices en alianza con el golpeador o delincuente sexual.
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Lo sucedido en el juicio al cura Grassi, el que llegó con semi-plena-prueba-por-abuso- sexual-y-corrupción-de- menores, es algo que no debe volver a repetirse en nuestro país.
Quienes denunciaron del cura, jovencitos con fuerte historia de marginación social, fueron objeto de ataques de todo tipo por parte de periodistas de los medios de comunicación que apoyaron sin-vergüenza al imputado, con estrategias por parte de abogados y abogadas de la defensa claramente destructivas hacia las-con-semi-plena-prueba- víctimas-del-cura-Grassi.
Debieron soportar también maniobras judiciales para que dejaran de ser particulares damnificados y pasaran a ser testigos (¿se acuerdan cuando el cura decía que ya nadie lo acusaba?), y agreguemos al maltrato judicial los ataques físicos, las amenazas de muerte que sufrieron por años y el ver y escuchar como los príncipes de la iglesia católica apostólica romana apoyaban al con semi-plena-prueba-cura- abusador-delincuente-sexual.
Aún así, con la fortaleza que estos jóvenes demostraron y con una adecuada estrategia judicial llevada adelante por el Dr. Juan Pablo Gallego, llegamos al juicio en el 2008.
Y allí nuevamente el maltrato hacia ellos.
En el juicio oral y privado realizado contra el acusado cura Grassi, se hizo sentar a-las-con-semi-plena-prueba- víctimas a escasos tres metros del imputado y bajo su amenazante mirada.
Todo la experiencia que tuve en el proceso hasta llegar al juicio del cura ya condenado a 15 años en primera instancia, me llevo a tener un pre-juicio que sostengo como acto de buen cuidado hacia mis pacientes y de mi persona: todo funcionario judicial es sospechoso hasta que demuestre lo contrario. O sea, hasta que demuestre que se ajusta a derecho. Desde ese prejuicio inscripto en mi cuerpo les dije a los jueces cuando declaré que les daba un crédito, y el mismo consistía en que no sabían absolutamente nada sobre lo que estaban juzgando, que no sabían qué era el abuso sexual, la situación de las víctimas, la relación con el abusador, los miedos que se instalan, etc. Porque si yo llegaba a pensar que ellos sabían, entonces debía concluir que habían sentado a las-con-semi-plena-prueba- jóvenes-víctimas cerca del cura solamente para intentar lograr un efecto sobre ellos al estar bajo la mirada de alguien tan poderoso y amenazante: paralizarlos.
Hoy creo que fue así.
Estos jueces sabían lo que juzgaban e hicieron todo lo posible por ayudar al imputado cura Grassi.
Pero Gabriel cerró los ojos, respiró profundamente y temblando de miedo habló. Con Ezequiel, las descalificaciones recibidas por su bajo nivel de instrucción lo impulsaron, habló y también lo reputeó al cura. A Luis intentaron destruirlo, no pudieron y su palabra circuló con claridad, sencillez y coherencia. Así los jueces, ante la abrumadora cantidad de pruebas, no tuvieron otra salida que condenar a Grassi a 15 años de prisión por abuso y corrupción de Gabriel, pero estos mismos jueces terminaron fundamentando el fallo de tal forma que le deja las puertas abiertas a Grassi para llegar a su absoluta libertad. Ese escrito fue bien graficado en el video que el incalificable Portal les devolvió como regalo a los jueces y que el condenado cura presentó como prueba en Casación.
Repudiable conducta la de los jueces Luis María Andueza, Mario Gómez y Jorge Carreras del Tribunal Oral en lo Criminal de Morón, que luego de penar al cura con 15 años de prisión lo deja en libertad, a pesar de considerarlo un pedófilo.
¿Cómo fallará Casación?
No lo sé. No espero nada.
No creo en la llamada justicia.
También en este caso los jueces que integran el Tribunal de Casación son sospechosos hasta que demuestren lo contrario.
Sospecha que solo se diluirá si el fallo se ajusta a derecho.
Buenos Aires, 25 de agosto de 2010
Enrique Stola -
Médico Psiquiatra Enrique Stola -